Alcanzar la paridad política es un tema central en las elecciones de 2022. Lograr la participación igualitaria de hombres y mujeres en los espacios de poder es un objetivo en la agenda de desarrollo 2030 y, al parecer, todos quieren que se cumpla. Si es así, y el interés es tanto, ¿por qué aún no es una realidad en Colombia? De cara a esa pregunta, la Mesa de Género de Cooperación Internacional y ONU Mujeres lideran “Más mujeres, más democracia”, una estrategia enfocada a que toda la ciudadanía se involucre para promover que en las listas al Congreso de las próximas elecciones se materialice este deseo. En esta entrevista, Aído Almagro explica de qué se trata y cómo ve el panorama de la igualdad en el país.

¿Cómo ve el panorama de la paridad política?

Hay avances, pero son lentos, insuficientes y desiguales. Colombia tiene la generación de mujeres más preparada de su historia, con mayor empuje colectivo representan el 57 % de quienes egresan con estudio universitario. Siguen existiendo brechas en la política. En el Congreso, las mujeres son apenas el 20 % del total de su composición. Es un rezago frente a la situación regional, porque en América y el Caribe la participación política femenina es de un 32 %. Incluso, los datos de paridad a escala global están en un 25 %. También a nivel de alcaldías y de otros cargos de elección popular, en Colombia aún falta mucho para tener presencia igualitaria. En la economía, las mujeres tienen un poco más de 8 puntos de desempleo que los hombres y en el ámbito de las labores de cuidado no remunerado, las mujeres siguen dedicando más del doble del tiempo en comparación con los varones. En la sociedad, la violencia contra las mujeres y niñas todavía es tolerada. Por todas estas razones es que ponemos en marcha la estrategia “Más mujeres, más democracia”, para caminar rumbo a la paridad. Es necesario.

La estrategia involucra a los medios, a los partidos políticos y a las organizaciones civiles. ¿Por qué eso es tan importante?

Es una iniciativa multiactor en el contexto electoral de 2022, y es así porque eso es lo que ha hecho falta: invitar a toda la ciudadanía y en particular a las redes de mujeres que día a día trabajan por alcanzar la igualdad. A su vez, los medios de comunicación tienen un rol central en los procesos democráticos, y los partidos y movimientos políticos tienen la llave para abrirle a Colombia la posibilidad de un escenario político paritario. Debe ser un compromiso de toda la ciudadanía para acabar con los estereotipos que dictan que las mujeres están en el espacio privado y los hombres en el público. Colombia tiene un marco normativo que tiende a consolidarse cada vez más. Sin embargo, se pueden hacer leyes, pero es mucho más difícil cambiar mentalidades. Por eso es que este debe ser un tema de toda la ciudadanía. No puede haber más excusas, necesitamos acelerar el ritmo hacia la paridad.

Parte de las barreras que impiden el ingreso amplio de las mujeres en la política las han perpetuado esos mismos actores. ¿Cuál es quizá la problemática que más le preocupa?

Hay un tema también preocupante, y es la violencia política contra las mujeres, porque este sigue siendo un escenario muy hostil y discriminatorio para las mujeres que deciden participar en ella. Y no es solo violencia física, sino también violencia verbal, violencia mediática, discriminación en preguntas que se les hacen a las mujeres en temas que nada tienen que ver con su gestión pública, de cómo van vestidas, de si concilian o no la vida familiar con la vida política, preguntas que nunca se le harían a un candidato varón. Por eso creo que es necesario ese compromiso conjunto.

¿Cree que hay un compromiso serio por parte de los partidos? Lo digo porque tienden a involucrarse en el tema desde el discurso, pero en términos reales poco hacen.

El mundo de los partidos políticos ha sido muy masculinizado, marcado por patrones patriarcales en temas como los horarios de las reuniones, las formas organizacionales, la manera de interactuar. Toda la sociedad colombiana es la que ha sufrido por no aprovechar al máximo el talento y potencial de la mitad de la ciudadanía, representado en las mujeres. Sin embargo, muchísimas mujeres están participando. De eso espero un impacto cada vez mayor en los liderazgos de los partidos políticos. Que haya más mujeres contribuirá a transformar la manera de hacer las cosas: cuando una mujer entra a la política cambia la mujer, pero cuando entran muchas lo que cambia es la forma de hacer la política.

El escenario de 2022 se está fortaleciendo, justamente, de la fuerza de Estamos Listas y las Mujeres del Polo, por citar apenas dos ejemplos.

Es muy inspirador y esperanzador. De verdad que estamos listas, hace mucho tiempo que lo estamos, y ya no hay más excusas. Las mujeres tienen que estar en los espacios de toma de decisiones. Las mujeres están participando a nivel de liderazgos sociales, en las redes, de movimientos no tradicionales, que todavía cuesta acceder a los partidos políticos. Por lo tanto, es un trabajo que hay que hacer de manera persistente, con estrategia conjunta. Se trata de que se unan hombres y mujeres contra un sistema caduco e ineficiente que es el machismo. De ese sistema patriarcal hay que evolucionar, tenemos que ser capaces de transformar la política.

En términos reales, ¿qué avances esperan de cara a 2022?

Como resultado, en la fase preelectoral de la estrategia, esperamos visibilizar las acciones de las organizaciones políticas para incrementar la participación de las candidatas, promover un entorno sin violencia hacia la mujer en política. En los medios comprometerles para que realicen una cobertura electoral con enfoque de género y en la representación, posicionar la propuesta de candidatas o candidatos y de todas las organizaciones políticas la agenda de derechos de las mujeres. En el día de las elecciones haremos monitoreo del cubrimiento en los medios, y en lo poselectoral analizaremos los resultados y habrá espacios para brindar herramientas a quienes estén comprometidos con llegar a la paridad.

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